Últimamente, cada vez más personas están interesadas en casas con alta eficiencia energética o consumo de energía casi nulo. Se trata de viviendas que pueden ahorrar hasta un 90% de energía respecto a una casa tradicional. Solemos asociar estos conceptos a viviendas nuevas, ya sean apartamentos o viviendas unifamiliares, como la famosa passivhaus. Puede parecer que solo quienes tienen la opción de construir una vivienda unifamiliar o vivir en un apartamento de nueva construcción con los más altos estándares de eficiencia energética, pueden disfrutar de este tipo de hogares.
Sin embargo, este no es el caso. Existe la posibilidad menos conocida de reformar un piso normal y actual en una ciudad, un piso de segunda mano en un antiguo barrio céntrico, por ejemplo, y transformarlo en un piso muy eficiente energéticamente.
Eso sí, tenemos que ser conscientes de que reformar un piso antiguo y convertirlo en un piso energéticamente eficiente no es una tarea sencilla, ni tiene nada que ver con la típica “reforma integral”. Para empezar es necesario contratar un equipo de arquitectos especializados que estudien la vivienda y elaboren un proyecto específico, indicando las soluciones necesarias, para transformar este antiguo piso en una vivienda con las mismas (o incluso superiores) características que las nuevas y con mínimo consumo energético.
El tipo de reforma necesaria será integral, aunque quizás deberíamos llamarla “integral completa” en su lugar, debido a su amplio alcance. Para implementar los materiales y soluciones necesarios para transformar un piso antiguo en un piso de alta eficiencia energética, será necesario demoler absolutamente todo el interior de la casa: todos los revestimientos, todos los tabiques, todos los techos. y todas las comodidades. En este tipo de obra, para garantizar un buen resultado, es preferible empezar de cero, demoler todo menos los elementos estructurales del edificio y el equipamiento colectivo (tuberías de agua en general, bajantes, etc.). A continuación, explicamos las principales claves de este tipo de reforma energéticamente eficiente.
● TODA LA CASA DEBE ESTAR AISLADA
La condición principal para que un piso sea energéticamente eficiente es que no pierda energía de manera descontrolada. Una de las claves para transformar un antiguo piso en una casa de alta eficiencia energética será, por tanto, aislarlo por completo.
Si nuestro piso tiene suficiente espacio en la cámara de fachada para respirar aislamiento térmico, esta puede ser una solución económica y eficiente, pero no siempre es la solución ideal (porque, entre otras cosas, es difícil garantizar la continuidad del aislamiento)
En algunas plantas no es posible derribar la chapa de fachada interior (en ocasiones porque no existe), en estos casos tendremos que trasponer directamente todo el interior de la vivienda con un sistema aislante que elimine todos los puentes térmicos.
Aislar el perímetro o las fachadas de la casa es la parte más compleja, pero también hay que aislar el suelo y los techos.
● REEMPLAZAR LAS VENTANAS
La ubicación correcta de la ventana es crucial para un funcionamiento óptimo. Debe estar alineado con la capa de aislamiento térmico que usamos anteriormente para forrar o revestir la casa. Además, una vez colocado todo el perímetro de tal forma que no queden puentes térmicos, se debe sellar por dentro y por fuera con cinta selladora o silicona especial para evitar fugas de aire alrededor del perímetro.
● VENTILAR SIN PÉRDIDA DE ENERGÍA
De nada sirve sellar perfectamente toda la casa para no desperdiciar energía por fugas de aire, si posteriormente abrimos de par en par las ventanas constantemente para ventilar. Para evitar esta situación, es necesario instalar un sistema de ventilación con recuperación de calor. Estos dispositivos extraen el aire viciado de la casa y envían aire limpio al interior, pero prácticamente sin pérdida de energía.
Esta sección tiene una doble importancia. Ventilar eficientemente la casa no solo es positivo para hacer de nuestro antiguo apartamento un apartamento de alta eficiencia energética, también es favorable para nuestra salud, especialmente ahora que pasamos tanto tiempo en casa (más del 90% del tiempo en el caso del teletrabajo). Y esto es beneficioso porque no es lo mismo abrir las ventanas 10 minutos por la mañana para ventilar, que tener un sistema que ventile poco a poco, pero durante todo el día.
● SUSTITUYA LOS DISPOSITIVOS ANTIGUOS POR OTROS MÁS EFICIENTES
La eficiencia energética en el hogar significa consumir la mínima cantidad de energía, y los viejos sistemas de aire acondicionado o calefacción no nos ayudan a lograrlo. Los viejos dispositivos tampoco. Cuando necesite reemplazar uno, busque varios modelos para ver cuáles son los más efectivos. Actualmente, todos llevan una pegatina que indica su nivel de eficiencia energética.
● SISTEMAS DE AHORRO DE AGUA
El consumo sostenible siempre incluye la búsqueda de métodos para ahorrar recursos como el agua. Actualmente existen grifos y cisternas diseñados para tal fin. Un buen ejemplo son los sistemas de doble botón o de descarga parcial. En cuanto al tipo de grifería, el mezclador en la cocina y el baño también puede ayudarnos a dispensar menos agua.
Asimismo, existen bonificaciones sociales para reducir las facturas del agua. En el siguiente enlace te dejamos la información sobre este tema: https://tarifasdeagua.es/info/bono-social
● CAMBIAR EL SISTEMA CLIMÁTICO
Como decíamos al principio, asegurarse de que la vivienda tenga una demanda energética muy baja es la clave principal de cualquier vivienda de alta eficiencia energética.
Reemplace el calentador y su sistema. Normalmente, este será un proyecto importante y una reforma integral en busca de un mejor y responsable consumo energético. Sustituir las viejas calderas y radiadores en un hogar por calderas y radiadores más actuales y eficientes puede ahorrar hasta un 30% en el consumo energético, lo que también se traducirá en ahorros económicos.
Verifique sus sistemas HVAC. Para aprovechar al máximo su calefacción o refrigeración, debe realizar el mantenimiento adecuado del sistema. En el caso de los radiadores, es recomendable purgarlos una vez al año; Lo mismo ocurre con el aire acondicionado, cuyos filtros deben cambiarse o limpiarse anualmente.